Si un español se encontrara una lámpara mágica con un genio dentro que le concediera dos deseos. Sí, dos, que estamos en crisis. Uno sería que su equipo ganara la Liga. Y el segundo tener un trabajo fijo como funcionario. Y es que lo que sienten los españoles por ser funcionario es auténtica devoción, que dirían en Amanece que no es Poco. Pero para llegar a ese objetivo antes hay que pasar una oposición. Y en eso, también somos especialistas.