En la actualidad, debido a nuestro ritmo de vida, la palabra estrés está en boca de todos y se asociad casi siempre a connotaciones negativas. Por supuesto, esto porque sabemos que puede afectar nuestra salud física y mental.
El estrés es uno de los principales factores de riesgo relacionado con importantes alteraciones de la salud, como enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Además que también influye indirectamente al favorecer otros factores de riesgo, como por ejemplo la obesidad, el consumo de tabaco, la hipertensión, los cuales también son contraproducentes para nuestra salud general. En definitiva, el estrés hace a nuestro organismo mucho más vulnerable a desarrollar trastornos de la salud que nos pueden costar la vida.
Entre las enfermedades que puede acarrear están las gastrointestinales, el dolor crónico, los problemas de sueño, aumentando el impacto de estas en nuestras vidas. Incluso, puede llegar a afectar zonas inimaginadas de nuestro cuerpo, como sucede con nuestra boca. Esto sin contar su impacto psicológico, siendo que el estrés puede deteriorar de forma importante nuestro funcionamiento cotidiano normal, afectando a nuestro bienestar y calidad de vida.
Si es verdad que a veces, un poco de estrés nos da el empuje y la energía necesaria para afrontar ciertas situaciones. Pero, si ya estamos hablando de una cantidad excesiva de estrés, esta puede tener consecuencias sobre la salud y como no, en la salud oral.
El nivel óptimo de estrés, con consecuencias positivas para el sujeto estresado, se denomina «Eustrés». Este estrés positivo nos hace estar en movimiento, proactivos y motivados. Mientras que el nivel nocivo y pernicioso para el organismo se denomina «Distrés«, y es un estrés más alto, incontrolado y a veces desproporcionado. Produce angustia, malestar y puede repercutir negativamente en nuestro organismo si no es bien canalizado. Al final y lo peor, es cuando dicho nivel de distrés se mantiene además de forma sostenida en el tiempo.
Las causas de este estrés pueden ser muchas y varían de acuerdo a cada persona. Lo que puede ser una situación muy estresante par algunas personas, quizá no lo es para otras, y así.
Efectos negativos del estrés en la salud oral
Como explicamos anteriormente, el distrés crónico es el que surge de eventos de larga duración y de circunstancias que están fuera de l control de las personas. Este estrés en exceso afecta a nuestro bienestar y calidad de vida actuando sobre el sistema inmunitario, cardiovascular, neuroendocrino y nervioso central.
Esta tensión se manifiesta con dolores de cabeza, malestar general, contracturas musculares, gastritis y problemas digestivos, cansancio, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, problemas de concentración, hipertensión arterial, problemas cardiacos o caída del cabello, entre otros. Además del efecto negativo que tiene en nuestra salud bucal.
El equipo especialista en salud bucal de la Clínica Dental Gabel, nos explica las consecuencias que el estrés puede provocar en nuestra boca:
Bruxismo
Consiste en el hábito inconsciente de rechinar y apretar los dientes al dormir o, incluso, al estar despiertos, siendo una de las consecuencias más comunes del estrés.
Éste hábito puede ocasionar a su vez dolores de cabeza, contracturas, molestias en la columna, dolores en los músculos de la masticación y en la articulación temporomandibular (ATM).
Esto porque el hábito de rechinar los dientes produce un desgaste prematuro y/o fracturas dentales, alteraciones en los cuellos dentarios y retracción de las encías aumentando la sensibilidad.
En estos casos se indica utilizar una férula para evitar el contacto la fricción entre de los dientes durante la noche.
Caries y mal aliento
Tanto el estrés por sí mismo como los medicamentos para la ansiedad o depresión que tomamos para contrarrestarlo incrementan la acidez de la saliva y disminuye su cantidad, lo que afecta al esmalte que protege los dientes.
Además, que cuando estamos muy estresados solemos descuidar nuestra alimentación y hábitos de higiene oral diaria:
- Descuidamos la higiene bucal y el uso del hilo dental, por lo tanto hay más placa bacteriana y falta la acción protectora de los fluoruros de las pastas dentales.
- Comemos a deshora y picoteamos alimentos con baja calidad nutricional.
- No asistimos a las consultas al odontólogo por falta de tiempo.
- Y todo ello propicia la aparición de caries y mal aliento.
Gingivitis y periodontitis
El estrés emocional también puede provocar un incremento de la placa y mayor riesgo de gingivitis y sangrado de encías.
De hecho, los estudios han demostrado que este puede afectar el sistema inmunológico, que combate contra las bacterias que causan la enfermedad periodontal, dejándonos más susceptibles a las infecciones de las encías.
Además la hormona del estrés, el cortisol genera inflamación, aumentando el riesgo de enfermedad periodontal.
Xerostomía (boca seca)
La boca seca puede considerarse un efecto secundario de los medicamentos para combatir el estrés y la depresión.
La saliva es vital para mantener la boca húmeda, lavar los alimentos y neutralizar los ácidos producidos por la placa. Cuando no se tiene un adecuado flujo de la saliva, la primera línea de la boca en la defensa contra la placa se ve comprometida; lo cual conlleva a desarrollar caries dental, enfermedad de encías y mayor riesgo para las infecciones fúngicas o virales en la boca.
Aftas
Se trata de heridas que se forman en las encías y la mucosa de color blancuzco o gris con un reborde rojo y que pueden variar en tamaño y cantidad. Suelen durar aproximadamente, 1 semana o 10 días, y aunque no son contagiosas si resultan muy molestas.
Aunque aún no se ha determinado la causa que las produce, se sabe que el estrés es un factor de riesgo, ya que al bajar las defensas, incrementa las probabilidades de que aparezcan.
En estos casos, lo más conveniente es usar anestésicos tópicos y evitar la comida picante, los cítricos y los alimentos y líquidos demasiado calientes. Además de más situaciones estresantes, por supuesto.
Herpes labial
El herpes labial se trata de una o varias pequeñas ampollitas con líquido amarillento clarito dentro, que suelen aparecer en alguna de las comisuras de los labios o alrededor de ellos, producidas por el virus del herpes simple.
Sus síntomas son picazón y ardor, además de que son contagiosos y se curan es hasta los 10 o 14 días de haber aparecido.
Cáncer oral
En el peor de los casos, incluso se puede desarrollar cáncer oral debido al estrés. Esto porque bajo el estrés se fuma más y se toma más alcohol; y el abuso de ambos es un factor de riesgo en la aparición de cáncer bucal.
¿Cómo combatir las afecciones orales debido al estrés?
El gran problema de las afecciones provocadas por el estrés es que ocurren de manera progresiva y silenciosa sin que el paciente lo note. Así que se suele acudir a un especialista es solo cuando la condición que se padece se encuentra en un estadio muy avanzado. Así que para evitarlo, la primera recomendación es mantener un control periódico con el odontólogo para prevenir llegar a complicaciones graves.
Puede que sea imposible eliminar todo el estrés de nuestras vidas, pero si podemos tomar sencillos pasos para reducir el impacto bucal del estrés.
Algunos cuidados que se recomiendan para lograrlo son:
- Aprender a relajarse. Maneja el estréscon masajes suaves, terapia física o medicamentos.
- Tener una actitud positiva frente a situaciones estresantes.
- Reducir la ansiedad y las tensiones que generan el estrés. Para esto, el primer paso es conocer cuál es el problema y descubrir las causas del estrés. Una vez identificadas, hay que pensar cómo reducir el nivel de estrés frente a dicha situación.
- No descuidar la higiene bucal bajo ningún concepto.
- Comer sano y beber agua. Y si sientes algún tipo de molestia, mejor evita las comidas duras o muy crujientes.
- No consumir tabaco o alcohol.Estos productos pueden empeorar tus síntomas orales.
- Dormir las horas necesarias.
- Acudir regularmente al odontólogo para realizar las revisiones y limpiezas periódicas correspondientes. De esta forma puedes prevenir cualquier problema grave antes de que avance y en caso de encontrarte con alguna afección, preguntarle cual es el tratamiento adecuado.
- Sonreir: Investigadores de la Universidad de Kansas (EE UU) han estudiado los beneficios de la sonrisa sobre la salud y han llegado a la conclusión de que este gesto facial nos ayuda a sentirnos mejor frente a una situación de estrés. El estudio también sugiere que sonreír mientras nos sometemos a ciertos estresores puede reducir la intensidad de la respuesta del cuerpo, independientemente de si la persona se siente o no feliz en verdad.
- Si tienes una ulcera bucal, evita el solo usa un protector solar de al menos FPS 30 para ayudar a reducirlas.
- Pregunta sobre medicamentos recetados. Por ejemplo, los medicamentos antiinflamatorios pueden aliviar la inflamación de la articulación de la mandíbula; mientras que los medicamentos antivirales pueden prevenir las úlceras bucales.
- Si estás rechinando los dientes de noche, pídele a tu especialista en salud bucal que te recete un protector bucal nocturno a la medida. Se puede usar en las noches para prevenir el daño que el rechinar y apretar le causa a los dientes.