En España hemos sido machistas por naturaleza y actualmente lo seguimos siendo. Podemos ser cómicos hablando de tópicos como “cojonudo” y “coñazo” o la connotación poco feminista que tiene el refrán “tener huevos” como sinónimo de “tener valor”, una frase que las mujeres también utilizamos sin darnos cuenta de lo neandertal que es y no vamos a cambiar esta cultura en poco tiempo, eso hay que tenerlo claro y asumirlo, pero si podemos empezar haciendo algunos cambios. Ediciones Aljibe que tiene una política de “no discriminación” muy arraigada y se fundamenta en unos valores básicos a la hora de lanzar al mercado sus publicaciones aboga por hablar siempre de “niños y niñas” en todos los libros educativos, algo aparentemente insignificante pero que pone un granito de arena.
Y es que cientos de expertos aseguran que el castellano puede resultas machista ya de por sí. Mientras que otros idiomas tienen palabras que pueden usarse indiferentemente tanto si hablamos en femenino como en masculino, en el español puede resultarnos algo más complicado.
Español: alumnos y alumnas.
Inglés: Pupils
Francés: élèves
Mientras que en castellano tenemos dos palabras para denominar al grupo que formaría el colectivo del aula en un colegio, en inglés y francés tan sólo tienen una, lo que resulta más cómodo, y nosotros, para economizas también, hemos acabado usando tan sólo el género masculino para denominar a toda el aula y hablamos, por tanto, de alumnos en general (bien sean niños o niñas).
Por eso, muchos académicos, están apoyando la petición de expertos de que se hable siempre de “niños y niñas”, “alumnos y alumnas” y “chicos y chicas” cuando los profesores se dirijan a ellos dentro de los colegio y, por tanto, siempre que aparezcan esos términos en un libro educativo. No es tan complicado pero parece que la cultura española se resiste a ello y ¿de verdad cuenta tanto decir “los niños y las niñas”?
Decir “el alumnado” en lugar de “los alumnos” podría ser un pasito para intentar erradicar nuestro vocabulario más sexista. “La clase política” en lugar de “los políticos”, “la población española” en lugar de “los españoles”, etc. Pero cuesta mucho acordarse de utilizar unos vocablos y no otros porque estamos realmente acostumbrados a hablar con esas expresiones y aunque es comprensible, también es necesario que intentemos implantar ese cambio de mentalidad.
Lo que dice el Estado
La Consejería de Educación de Andalucía ha actualizado su Plan por la Igualdad de Género en la Educación incluyendo en el mismo referencias a un manual contra el uso del lenguaje sexista que intenta proscribir de los textos administrativos términos que, a su entender, abundan en la discriminación de la mujer. De este modo, al menos en las comunicaciones oficiales y en los textos educativos se irán eliminando este tipo de expresiones y, por tanto, puede que poco a poco podamos también eliminarlas de nuestro vocabulario ya que deberíamos hablar de “alumnos” sólo cuando hay niños y de “alumnas” sólo cuando hay niñas en el aula, dejando la expresión “alumnos y alumnas” o “el alumnado” para hablar de aulas mixtas.
Y, como bien dice la consejera de educación andaluza “lo que realmente me preocupa es que estos consejos, que son habitualmente recogidos en la legislación estatal y europea, sigan levantando polémica. Eso demuestra que aún queda mucho por hacer”.