Si eres de ese tipo de personas que disfruta cocinando en casa e invitando a tus amigos a comer, y prefieres comer en la comodidad de su hogar en lugar de en un restaurante, estás de enhorabuena porque hoy te traemos varios consejos a la hora de organizar una cena o comida, para que destaques como anfitrión.
En primer lugar, hay que tener una idea de qué tipo de cena quieres organizar. Ser originales a la hora de elegir la temática, provocará una impresión en tus invitados que hará que entren predispuestos a divertirse.
Como ejemplos de fiestas temáticas destacan las fiestas basadas en una época de la historia, como por ejemplo la Italia del renacimiento, o el antiguo oeste. También puedes realizar un menú basado en un estilo de cocina, o en los platos comunes de una región. Pero aquí hay que tener cuidado, ya que tienes que pensar en tus invitados para organizar el menú y la dinámica de la cena, ya que si eliges una opción que no contente a todos tus comensales, el ambiente no será el propicio para las conversaciones.
Una vez planteada cuál va a ser la dinámica de la cena hay que atender mucha atención al diseño del menú, ya que al fin y al cabo es el motivo de la invitación. Diseñar un menú que guste a todos es fundamental, así que no está demás que sondees a tus amigos sobre si les gusta más un plato u otro. Aunque siempre puedes guardarte una sorpresa en forma de postre, ya que normalmente el dulce gusta a todos, y dispones de muchas opciones para sacar una sonrisa a tus amigos.
Otro punto que me gusta siempre destacar son las proposiciones de los invitados para llevar “algo”. Pues bien, te aconsejo que no hagas lo típico que hacen nuestras madres, decir que no hace falta que lleven nada. Si te invitan a comer o cenar, es un gesto cortés llevar un detalle para agradecer el tiempo invertido en hacer la cena, así como las molestias. Además, nunca viene de más tener una botella más de vino, una ensalada u otro postre que probar, puede ayudarte a quitarte carga de trabajo.
La organización en la mesa
Una vez que tenemos organizado el menú y la temática de la comida o cena, corresponde prestar atención a la atención de la mesa, ya que es en este punto en el que suele destacar una cena organizada de la que no. Vamos a prestar atención a tres aspectos: la organización de los cubiertos, platos y copas, y la distribución de los comensales.
Empezando por la distribución de los comensales, cabe mencionar que hay que separar a las parejas para que las conversaciones fluyan, también hay que evitar poner a hombres a un lado y mujeres al otro, mejor todos mezclados. En ocasiones un amigo o pareja trae a su hijo porque no puede dejarlo con nadie más, en ese caso hay que procurar sentarlo al lado del padre o de la madre.
Respecto a la vajilla se podría hablar mucho, os dejamos unos consejos sobre protocolo para tener más información, ya que aquí nos centraremos en lo que respecta a la uniformidad de la vajilla. Tener una vajilla en la que los platos no coinciden o son de varios diseños puede dar una imagen desenfadada en una cena informal. Pero en una cena formal con amigos es imprescindible prestar atención a la uniformidad de la vajilla, así como a las copas de vino, la cubertería o los accesorios.
Servir en una comida que te ha costado mucho de preparar en una vajilla con platos cogidos de los bares (tal y como hace mi amigo Rubén), o servir un vino caro sin pasarlo por decantador, no permite tener la etiqueta de anfitrión perfecto. Personalmente para adquirir las copas específicas para las diferentes bebidas, y otros accesorios confío en Exportcave, una empresa dedicada al diseño y comercialización para el sector de bebidas y hostelería, que vende también al por menor.
En conclusión, si cuidamos los detalles en la mesa, planteamos una cena dinámica y cuidamos de la vajilla, nuestros amigos quedarán contentos, y nosotros seremos los anfitriones perfectos.