Los españoles somos valientes, echaos “palante”, toreros…. ¡Y un huevo! Los españoles somos como nos parió nuestra madre, cada uno con sus cosas, y eso de que cogemos el toro por los cuernos es un refrán que no se adapta a la realidad. Ahora que la culpa es mía por echarme una novia alemana que además de estar muy buena está también como una puñetera cabra. Llevamos juntos dos años, y yo la quiero mucho, pero es que cada día está más loca.
Hace unos días le propuse ir a pasar unos días a Córdoba en semana santa. Nos gusta mucho hacer este tipo de escapadas porque yo tampoco es que conozca todas las ciudades entre nuestras fronteras y como a ella le hace ilusión verlo todo pues intentado darle alguna sorpresita que otra pero ¡maldita la hora en la que propuse Córdoba!
En cuanto se lo dije, se puso a buscar en el móvil cosas para ver en Córdoba, y lo que más miedo me da, cosas para hacer en Córdoba porque ha encontrado una empresa que se dedica a organizar actividades al aire libre que no me gustan un pelo y la señorita alemana quiere unirse a ellos para hacerme pasar las horas más horribles de mi vida en este rafting en Córdoba. Pero es que los tíos de OcioAventura Cerro Gordo son muy listos porque en la web a la que os he redirigido en el enlace se ven fotos de aguas medianamente mansas y tranquilas y yo he buscado más información e imágenes y ¡Me cago en to lo que se menea! Llamadme burro, o cazurro, o lo que queráis…. Decidme que estoy dejando la bandera española por los suelos o llamarme cobarde, me da lo mismo, este deporte es una auténtica locura.
Y encima, mi novia que es muy lista, se ha puesto a buscar en Internet los mejores sitios para hacer rafting en España y ¿a qué no sabéis qué lugar aparece en esa lista? ¡Exacto! Rafting en el Río Genil, justo al lugar adonde quiere ir la loca de mi novia y yo, atando cabos, he llegado a la siguiente conclusión: si es uno de los mejores sitios en España para hacer rafting significa que debe de haber bastante movimiento ¿no? ¿ESTAMOS LOCOS? Que vaya ella que yo la espero fuera.
Mis colegas dicen que soy un cobarde pero es que me da lo mismo porque ellos también tienen lo suyo, a ver si se van a creer que ellos son unos machos ibéricos estilo Antonio Banderas. A Juan, tuve que acompañarle hace menos de un mes a sacarse sangre para un análisis porque se marea del miedo que le tiene a las agujas y no puede ir él solo. Pedro no puede asomarse a un balcón demasiado alto porque tiene vértigo y parece una niña de 7 años temblando y sudando como un gorrino si se acerca al borde de un precipicio y Toni, el más macho de los tres, tiene pavor a los perros que superan el palmo de altura así que no me vengan con gilipolleces y que se miren el ombligo antes de hablar de los demás. Y yo, por ahora, voy a ir subiéndome a la colchoneta de mi hermana en las olitas de la playa de Postiguet a ver si le cojo el gusto y pierdo el miedo de aquí a un mes.