¿Quién dijo que las escapadas invernales no son tan buenas como las que se hacen en los meses estivales? No sé por qué nos empeñamos en viajar en julio y agosto cuando en invierno todo es más económico y siguen habiendo grandes atractivos en pueblos y zonas rurales para todo tipo de gustos, así como para parejas, familias o grupos de amigos. Está claro que no me voy a ir en plena temporada de “gota fría” a un camping en Guardamar del Segura, sobre todo después de ver lo que ha pasado este año en la Vega Baja, pero España es un país donde se puede hacer turismo durante casi todo el año así que ¿por qué no aprovecharlo?
Granada
Se trata de uno de los destinos por antonomasia en nuestro país, sobre todo gracias a sus tapas y, por supuesto, la Alhambra. Cuando llega el invierno también en un gran destino para esquiadores que pasan varias semanas en Sierra Nevada pero, dejando de lado este deporte, ¿es un buen destino para viajar en invierno? Pues, por supuesto que sí. Para empezar, visitar la Alhambra con algo de fresco es todo un punto a favor pues en pleno agosto el aire se hace prácticamente irrespirable y aguantar largas colas de espera bajo el sol en pleno verano puede ser algo horrible. Además, merece la pena ver los hermosos pueblos de la Alpujarra granadina en invierno, pues si en verano son bonitos, verlos nevados es toda una postal.
Cabrales
El norte de España también es un puntazo en invierno y Cabrales, en Asturias, es un destino muy asequible para familias que guarda fantásticos parajes. Se encuentra localizado en el Parque Nacional de los Picos de Europa, y quien quiera practicar algún deporte de aventura lo tendrá fácil pues es uno de los sitios más elegidos por los amantes del montañismo. En la zona, podemos visitar el santuario de Covadonga y la villa marinera de Llanes, ambas preciosas.
Nerpio
En Albacete, cerca de todo y de nada al mismo tiempo, encontramos este pueblo integrado en la Mancomunidad de la Sierra del Segura. Perfecto para el verano, sí, pero también para el invierno. Profesionales del sector como Cortijo El Sapillo preparan cada año grandes actividades invernales para poder practicar en familia: senderismo, espeleología, tiro con arco, rutas 4×4 y, por supuesto, para los amantes de la caza, Nerpio cuenta con un coto de caza que es perfecto en esta época del año.
Cantabria
Es, posiblemente, la mejor comunidad para practicar turismo rural en invierno porque sus paisajes, totalmente espectaculares, guardan un encanto especial en los meses invernales. Localidades como Santillana del Mar, Comillas o San Vicente de la Barquera se llenan de magia y parecen sacadas de un cuento infantil.
Broto
Se trata de un pueblo pequeño de Huesca que no todo el mundo conoce, pero es uno de los destinos más bonitos que poder visitar en invierno, a los pies del Pirineo. Se le conoce como el pueblo que es puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Montye Perdido, dentro de la comarca de Sobrabe, y destaca por sus casas de arquitectura tradicional y el río que pasa justo a los pies de las mismas.
Ponferrada
Dentro de la comarca de EL Bierzo, en León, se alza el Castillo de Ponferrada, un famoso destino rural que en invierno es toda una maravilla. Podemos recorrer el pueblo, sí, pero también podemos ir a sitios cercanos magníficos como el paisaje de las Médulas, unas minas acuíferas construidas en la época romana, o el pueblo de Peñalba de Santiago, declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Albarracín
Uno de los pueblos medievales más bonitos de Europa, y lo tenemos aquí al lado, en Teruel. Con su hermoso castillo y sus callejuelas empinadas, perfectas para visitar en cualquier época de año, aunque es verdad que en Teruel, en invierno, hace frío. Así que hay que ir bien abrigados. Además, si tienes la suerte de poder visitar el pueblo nevado, te toparás con una imagen que no podrás olvidar jamás. En la zona, puedes practicar esquí nórdico.
Ventajas del turismo rural en invierno
- Puedes practicar deportes totalmente diferentes a los que se pratica en verano, desde esquí hasta snowboard.
- Las casas rurales son mucho más baratas que en verano.
- Podemos entrar en contacto con la naturaleza alejándonos del estrés y de otros turistas que en épocas estivales llenan el paisaje.
- Podemos ir con mascotas, cosa que en verano a veces prohíben los dueños de las viviendas donde nos alojamos por tener demasiados huéspedes que podrían quejarse.