Hay veces que pienso que para coger un avión hay que hace run máster porque no me parece normal que haya que estudiar para poder saber qué tipo de maleta puedes llevar, cuántas, de qué medidas y de cuánto peso, y eso sin contar con las diferentes prohibiciones de los aeropuertos en sí. Desde el 11 S, por ejemplo, no podemos llevar líquidos de más de 100ml, y si llevamos geles o colonias o cualquier líquido de medida inferior debe ir en un bote transparente que permita ver su interior. Pero eso, por lo menos, es algo estandarizado en todas las compañías aéreas, el problema es cuando empiezan a haber diferencias.
Desde que Ryanair anunciara que va a empezar a cobrar por el equipaje de mano en noviembre, el tema en cuestión vuelve a estar en boca de todos. Y es que si encima de que debemos medir al milímetro la maleta hay que pagar por viajar con ella en cabina casi te sale más rentable facturarla ¿verdad? Bueno, aunque eso es discutible, porque luego vienen las pérdidas. ¿Sabéis a cuánta gente le pierden la maleta facturada en algún punto entre el aeropuerto de salida y el de llegada? A veces directamente se equivocan de avión y la mandan a la otra punta del mundo… increíble.
Personalmente creo que llegados a este punto sale más a cuenta contratar a una empresa especializada que envíe tus maletas hasta su lugar de destino de manera vigilada y sin problemas. Para ello podemos contar con Maletas por avión del grupo Star-Cargo o incluso preguntar en el mismo aeropuerto por empresas similares pues siempre tienen stands de información.
Ahora bien, ¿qué pasa si ya han perdido mi maleta?
Consejos
Lo primero que hay que hacer ante un caso de equipaje extraviado -o dañado- es dejar constancia del incidente en el mismo aeropuerto. Lo mejor es acudir directamente al Mostrador del Punto de Información, que se suele estar identificado con letreros como “Equipaje” o “Lost & Found” y encuentra ubicado muy cerca de las cintas transportadoras. Una vez allí, se deberá solicitar el Parte de Irregularidad de Equipajes o PIR. Allí, se indica al pasajero que acuda al mostrador de la compañía aérea con la que ha volado- donde normalmente se solicita la tarjeta de embarque, billete o etiquetas de facturación del equipaje- para, después, rellenar el PIR y guardar la copia del mismo.
Después, debes presentar una reclamación formal por escrito, adjuntando la copia del PIR. Según lo establecido por el Convenio de Montreal, el plazo de reclamación por daños en el equipaje es de siete días y por retraso de entrega es de 21 días. En caso de pérdida, no existe un límite establecido por el convenio, aunque es más que recomendable presentarlo lo antes posible.
Si la maleta ha llegado pero falta algún objeto que debería estar en ella, se debe presentar una denuncia en una comisaría de policía.
Si en los primeros 5 días el aeropuerto no ha localizado las maletas, el Departamento de Objetos Perdidos de la aerolínea tendrá que llevar a cabo una investigación durante los siguientes 21 días, en los que, dependiendo de la compañía aérea, se abona al pasajero cierta cantidad por día de retraso.
Si en este plazo el equipaje no ha aparecido, la compañía aérea considera el equipaje como extraviado y, acorde con la normativa comunitaria, la aerolínea pagará una indemnización de hasta 1.350 euros. Ante esta situación, es conveniente proporcionar un listado con todos los artículos que había en la maleta, detallando la marca, modelo y fecha de compra de cada producto, para que la aerolínea haga una estimación aproximada del valor total.
Y no penséis que esto es algo aislado, porque son muchas las maletas que pueden llegar a perderse. En 2017, el número total de maletas incorrectamente manejadas fue de 22,7 millones, es decir, unas seis maletas pro cada 1000 pasajeros, un 41% más que en 2016.
Y recordad que si el equipaje tuviera un valor mayor a la indemnización debemos declarar el valor de la maleta antes de facturarla, así, aunque deberemos pagar una tarifa suplementaria, en caso de pérdida la aerolínea deberá hacerse cargo.