El vino es una de las bebidas más populares en todo el mundo. Aporta múltiples beneficios, está demostrado que las personas que beben vino en las comidas pueden llegar a vivir más tiempo. Apuesta por los diferentes alimentos de la dieta mediterránea, como el trigo, aceite de oliva y vino.
“Son muchos los estudios que han demostrado, con muy alto nivel de evidencia científica, que la población que sigue esta dieta tiene una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial, obesidad, enfermedades neurodegenerativas e incluso determinados tipos de cáncer”, explica el profesor Ramón Estruch, coordinador científico del estudio Prevención con Dieta Mediterránea y portavoz del comité científico de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN).
Cuando te reúnes con la familia no puede faltar un plato de jamón ibérico y una copa de vino. Debes elegir el vino adecuado para acompañarlo, por ejemplo, para el jamón ibérico de bellota lo mejor es elegir un vino con cuerpo y estructura, que pueda soportar su intensidad.
Para el jamón ibérico de cebo, opta por vinos más ligeros y afrutados. Es aconsejable tener en cuenta el momento del día en el que se vaya a consumir el jamón ibérico.
Por la mañana, es mejor los vinos blancos frescos y afrutados, ya que refrescan y aportan ligereza. Por la tarde, puedes elegir tintos jóvenes con matices frutales. Y por la noche, escoge un tinto con más cuerpo y estructura.
«Siempre hay algo que celebrar o grandes momentos para compartir con un buen vino», explican los profesionales de Bodegas Federico, que es famosa por la pasión con la que cuidan sus viñas que producen 100% de uva tempranillo, una variedad que no suele fallar.
Para conseguir el mejor maridaje debe ser aquel que permite complementar de una manera adecuada el alimento con el vino. A continuación, te explicamos qué vinos van bien para cada tipo de comida.
Las verduras
Acompaña una verdura asada con un vino tinto ligero. Sin embargo, las verduras cocidas se llevan mejor con un blanco seco con aroma frutal. Con estas recomendaciones prepararás los mejores platos de verduras.
Los quesos
Los quesos tiernos y grasos combinan bien con los vinos blancos secos, pero algo dulce. Para los quesos curados es mejor escoger tintos potentes y maduros, sin embargo, los quesos azules aceptan muy bien los tintos de tono ligero pero afrutado.
Paellas y arroces
A los arroces les van bien los blancos ligeros y secos, con toques de acidez. Y para la paella opta por tintos ligeros, para evitar que se anulen entre sí.
Marisco
Para disfrutar de un plato de marisco, apuesta por un buen vino blanco, también puedes escoger alguno floral o dulce. Incluso el vino rosado también combina muy bien con el marisco.
Carnes frías
Si vas a preparar una comida o cena con un rostbeef o carpaccio, opta por un blanco seco o tintos ligeros. Evita los tintos potentes, porque pueden anular el sabor de la carne.
Carnes de ave
Acompaña el pollo asado o a la plancha con un vino blanco seco pero no ácido. Si vas a preparar un guiso de pollo con salsas, lo mejor es optar por un blanco ligero.
Pescados blancos
A los pescados blancos les va bien los blancos secos ácidos, pero también los de tonos más dulces. Si el pescado va en guiso tipo zarzuela o suquet apuesta por los rosados.
Pescados grasos
Para el salmón, la caballa, el atún o la trucha, se puede usar un blanco mediterráneo o un tinto ligero. Tienes que saber que el rosado puede hacer buenas migas con las anchoas.
Ensaladas
Las ensaladas casan muy bien con el rosado o el blanco seco con cierta acidez. Te recomendamos que evites los vinos con toque dulce.
Comida asiática
Para los pescados crudos o hervidos, arroces y carnes blancas o rojas maceradas, apuesta por los blancos secos y con baja acidez, pero que tenga cuerpo y fruta, ya que son los mejores para la cocina asiática.
Carnes rojas
La carne roja se puede acompañar con un buen vino tinto concentrado. Si preparas codorniz, ya sabes que el vino tiene que tener un sabor muy potente.
Postres de chocolate
El chocolate blanco o con leche casa muy bien con un vino blanco, afrutado y dulce, o rosado. Pero si el cacao es puro y amargo, opta por un vino tinto y con cuerpo.
También debes conocer los alimentos que son difíciles de maridar, te explicamos cuáles son.
La comida picante
“La comida picante mata totalmente cualquier tipo de vino. El picante anestesia totalmente el paladar e incluso puede afectar a la capacidad olfativa. Las mejores bebidas para estas comidas son el agua, la cerveza o la leche. Si a pesar de todo se opta por un vino, mejor un blanco. Si en lugar de maridar buscas refrescarte, puedes optar por vinos fríos, como el cava, champán u otros vinos espumosos”, informa la revista digital Vinetur.
Alcachofas
Si preparas alcachofas evita el vino, porque son ricas en cinarina y este compuesto otorga al vino un cierto sabor metálico.